Entrevista a Carmen Pallás Alonso, jefa del Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre y ex presidenta de la IHAN (2013-2020)
Por Yasmin Paricio Burtin, Coordinadora Sección web IHAN/OMS/UNICEF
El olor del recién nacido. La carrera de fondo de la neonatóloga Carmen Pallás Alonso, jefa del Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre desde 2007, parece que se inicia en los años 80 a partir del olor de los recién nacidos que descubrió en la planta de la maternidad del hospital de Guadalajara, donde realizaba sus prácticas. “No es que me gustara la patología del recién nacido, fue su olor”, así lo confiesa cuando se le pregunta cuándo y por qué se interesó por la lactancia materna, el contacto piel con piel, el método Canguro, la neonatología. “Ese olor de alguna manera me enamoró, en aquellos tiempos nadie hablaba del olor del recién nacido, de hecho se les bañaba enseguida, se les ponía colonia…, pero a mí aquello me marcó, me pareció que era algo que no podía ser casual, que ese olor tan particular, tan animal, tenía que ser un poco por algo, y empecé a leer sobre lo poco que había sobre el tema…”. Un enamoramiento que la ha capturado hasta día de hoy y que, en parte, la hizo decantarse por la neonatología. “Cuando sentí aquel olor, tengo muy buen olfato, supe que era con ellos con quienes quería estar, y aún me pasa”. Ya más adelante, encajarían las piezas del por qué de aquel particular olor y el saber que lo que se estaba haciendo con los recién nacidos, separación, nada de piel con piel, baño, biberones etc, no estaba bien. “Intuía que algo estábamos rompiendo, no sabía el qué pero luego todas las piezas han ido encajando en su sitio”. En este puzzle también interviene el hecho de que acompañara de joven a su padre, veterinario rural, a muchos partos de vacas, de ovejas, y “el ver lo pegaditos que se quedan el cachorro de perro, el ternerito, el corderito. Todos sabían en el mundo del campo que si a un recién nacido mamífero se le separaba de la madre al nacer, luego esta lo rechazaba. Y nososotros lo estábamos haciendo, siendo también mamíferos”.
Es sábado 19 de diciembre de 2020, hemos quedado para realizar una entrevista por videoconferencia a las 12:30h. La noche anterior le he pedido su curriculum. Al leer sus 125 páginas, siento que más que una entrevista, lo que hay que hacer es un libro. Pallás admite que le da apuro enviar su curriculum completo y que muy pocas veces lo hace. Casa con su actitud modesta y humilde, sabia. Premio de Investigación Reina Sofía 2000 para la prevención de las deficiencias, Premio Nacional de Calidad del año 2007 por el proyecto de humanización, autora de más de 100 publicaciones en revistas con factor de impacto, y directora del centro de formación NIDCAP y del Banco de Leche Humana Donada del Hospital 12 de Octubre. Aprovechó el discurso del Premio Reina Sofía, para solicitar ampliar los permisos de maternidad una vez el prematuro era dado de alta. Y lo consiguió. Entre esas más de 100 páginas, se puede leer que tiene la patente de un pasteurizador en continuo para leche humana, y que tiene pendiente de presentar una bomba de alimentación para recién nacidos con sistema de homogenización… Que ha realizado cursos de gestión en el IESE Business School, centro con el que colaboró para que el servicio que dirige sirva como ejemplo de experiencia de gestión innovadora y eficaz en el sector sanitario, muy ligada al sector servicios, de gestión de adquisiciones, de proyectos, de creatividad, y de equipo de trabajo.
No en vano, dirige un equipo de 14 neonatólogos fijos, 6 de guardias, 2 de transporte neonanatal y 100 enfermeras y 70 auxiliares de enfermería. Son un total de 192, con ella, sin contar las enfermeras que trabajan en las plantas de maternidad. Firme defensora de que los equipos de enfermería y de médicos no deben de ir en paralelo, solo saber qué tarea le correspode a uno y qué tarea a otro, todo son alabanzas para su equipo. Reconoce la magnífica labor de las dos supervisoras de enfermería, con las que trabajan en común, con objetivos comunes. “Si no es imposible, y al final de todo lo que pasa en el servicio tengo que dar cuentas”. Reconoce las dificultades que conlleva la gestión de un equipo grande, con muchos niños comprometidos, en un servicio con muchos frentes abiertos. “Todos los días surge un problema aquí y otro allá pero hay que tener el espíritu de encontrar la solución y de tirar para adelante”. También cree que “cuanto más se vaya desarrollando la carrera de enfermería mejores resultados en salud va a haber para la población”.
Al olor del recién nacido como motivo para ser neonatóloga, se suma el equipo del servicio de neonatología del 12 de octubre, creado en 1980, donde con 24 años decide realizar su residencia MIR: “me llamó la atención, muy liberal, innovador, era el año 1984 y ya permitían la entrada durante el día a los padres. No pasaba en ningún otro servicio de España”. No lo dudó, “aunque podría haber ido a servicios con más renombre”, a Carmen Pallás se le unió aquel sentimiento del olor del recién nacido y la actitud de un servicio innovador abierto al cambio y a aplicar nuevas prácticas basadas en la evidencia científica, como el dejar de poner batas a los padres para pasar a la unidad, cuando lo propuso.
Una actitud que ha perdurado hasta hoy, y así lo manifiestan en la página web del servicio donde realizan toda una declaración de principios con la pregunta “¿Por qué somos diferentes?” y su respuesta: “El Servicio de Neonatología del Hospital Universitario 12 de Octubre es un servicio abierto; abierto a las familias, abierto a nuevos retos, abierto a la innovación. No tenemos miedo al cambio. Creemos en la mejora continua y esto nos obliga a tener siempre nuevas metas por las que trabajar cada día. Trabajamos en equipo y este es uno de nuestros principales valores. Cuidamos a los recién nacidos sanos y enfermos en base al conocimiento actual, con los recursos tecnológicos adecuados y con participación de la familia. No tiene sentido cuidar a los recién nacidos sin contar con su familia. Estamos muy contentos porque tenemos una nueva unidad con habitaciones individuales para los niños de cuidados intensivos y con una cama para la madre o el padre. Trabajamos en sintonía con los estándares europeos para el cuidado de los recién nacidos. También en nuestro servicio está ubicado el Banco Regional de Leche Humana Donada MGU. Nos gusta aprender e incorporar nuevos conocimientos. También nos gusta compartir lo que sabemos con otros equipos. Creemos que la equidad es posible”.
Pero qué pasa entre 1984, cuando ni siquiera se podía consultar bibliografía en el PubMed, y la actualidad, donde este servicio pone al alcance de todo el que quiera su saber y buen hacer.
Entre otros, en 1996 la doctora Pallás, se marcha a los Estados Unidos para investigar las razones por las que aún teniendo respiradores de alta frecuencia, los resultados no eran tan buenos como los de Estados Unidos. “A los diez días de estar allí descubrí que el motivo era que lo que nos estaban vendiendo en Europa ni se parecía a lo que utilizaban en Estados Unidos”. El misterio se resolvió pronto y “me podía haber venido ya para España pero me llamó la atención el cómo estaban trabajando la enfermería, cuidando ya la posición de los niños en las incubadoras, había ya nidos, las incubadoras estaban tapadas… algo que aquí en España no se veía. A la vuelta ya cogimos una línea muy fuerte de trabajo aplicando todo eso, y que se terminó de redondear, con mi estancia a Dinamarca en 2002 para el manejo de la ventilación no invasiva, que fue algo inimaginable”. Está convencida de la importancia de formarse fuera en lugares innovadores, y lo recomienda firmemente.
Durante la entrevista hay una palabra clave que va apareciendo: perseverancia. “Mantenerse constante en la prosecución de lo comenzado, en una actitud o en una opinión”, así la define la RAE. Carmen Pallás es perseverante en todo lo que hace. Generosa en compartir conocimiento, experiencia, ávida por aprender de otros, por encontrar nuevas formas de hacer que mejoren la vida de los neonatos y sus familias. No persigue que su servicio en el 12 de Octubre sea el mejor del mundo, aunque ha conseguido que sea uno de los mejores: “yo lo que quiero es que a todos los niños se les atienda bien. Al final lo que quieres no solo es cambiar tu unidad, y por eso hemos hecho una inmensa labor docente en España y Latinoamérica. En España esta labor docente se ha hecho al coste más bajo posible, y en Latinoamérica prácticamente se ha ofrecido de manera gratuita, solo los gastos de desplazamiento”. Cree en la equidad. De ahí su empeño en difundir mediante cursos presenciales y on-line qué hacen, cómo lo hacen, por qué lo hacen. En el curso, “El reto de cuidar en habitaciones familiares de cuidados intensivos”, comparten la experiencia de la remodelación de su Unidad Neonatal, su nueva arquitectura y la adaptación de los cuidados a las habitaciones familiares, y está dirigido a profesionales implicados en la Unidad Neonatal, gestores, asociaciones de padres prematuros y otras asociaciones de padres. “Queremos que todas las unidades que quieran hacer un cambio puedan hacerlo”. Una remodelación que ha sido otra de las muchas carreras de fondo de Pallás. Fue decisivo hacer una viaje conjuntamente con profesionales de la Comunidad de Madrid a Suecia y Dinamarca para ver en directo como eran las unidades neonatales en estos países. Una vez otorgada la obra, mostró a los arquitectos y responsables de obra para quienes trabajaban: los neonatos y sus familias. “Aquello fue decisivo, fueron super respetuosos”.
Esas estancias formativas en el extranjero financiadas con dinero público, implican para Pallás “un compromiso, una obligación de devolverlo de alguna manera”. El servicio que dirige de financiación pública, no recibe financiación de la industria farmacéutica ni tampoco de empresas que comercializan fórmulas infantiles. Esto último algo imprescindible para ser hospital acreditado IHAN: son el primer hospital de mayor complejidad asistencial que cuenta con la acreditación IHAN, y por tanto, deben de respetar el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de leche materna de la OMS. La financiación extra que recibe procede de becas concedidas a los profesionales del servicio, así como de los cursos realizados por los médicos y enfermeras que lo integran. El presupuesto recaudado por este concepto revierte en el propio servicio y sirve para afrontar gastos generados con la propia actividad.
En el curriculum de Carmen Pallás podemos ver la capacidad que muestra en conseguir financiación, y apunta: “lo que hacen otros lo podemos hacer nosotros siempre, es verdad que a veces hay limitaciones económicas pero las limitaciones más importantes están en las cabezas de cada uno, si nosotros nos quitamos las limitaciones, el dinero siempre lo encuentras”. Su trayectoria lo demuestra con creces.
“Fue Jesús Martín Calama el que me ofreció la presidencia de la IHAN en un momento que por circunstancias personales no me era muy fácil, pero Jesús me insistió y entre comillas me “engañó”, diciéndome que era algo representativo, que no daba trabajo. Yo nunca he tenido ningún puesto que no haya dado trabajo”, dice Pallás riendo. “Fue un poco la idea de que Maite Hernández iría de coordinadora, lo que me hizo aceptar. El hecho de ver que Maite se iba a comprometer de la manera que toca comprometerse a los coordinadores, que asumen la gran parte del trabajo fue determinante. En la IHAN han sido unos años muy enriquecedores porque hemos entrado en contacto con muchos grupos de personas, y sobre todo porque yo creo que hemos visto empezar a crecer la IHAN, y además, no solo por la IHAN, pero hemos visto como por fin empezaban a mejorar las estadísticas con respecto a la lactancia materna en España y esto ha sido muy motivador. También ha habido momentos difíciles. Aunque nunca vi una indiferencia en el Ministerio de Sanidad por la lactancia materna, pues siempre percibí un interés sincero, nunca vi que fuera una prioridad. En la actualidad, parece que sí y que desde el Ministerio han hecho un esfuerzo, para algo que es prioritario.
Yo estaré satisfecha cuando se haga con la misma intensidad una compaña en favor de la lactancia materna como la que se hizo contra el tabaco. “Pues al final, el que una lactancia no pueda llevarse a cabo, por el motivo que sea, quita salud”. Yo creo que llegaremos, que algún día se hará. Pero todavía queda recorrido”. “Hay que basar las recomendaciones en las evidencias científicas, y al igual que no se dejarán de hacer campañas provacunas, por miedo al movimiento antivacunas, tampoco se deberían de dejar de hacer campañas prolactancia, por miedo a ciertos sectores feministas que lo asocian a esclavitud de la mujer”, asiente.
Carmen está convencida que lo que se necesita es una mayor protección social de la mujer y el niño, y que el mejor ejemplo, se da durante el confinamiento de marzo-abril y mayo, donde aunque siguieron naciendo niños con cardiopatías congénitas, con malformaciones digestivas, asfixias, con enfermedades metabólicas, los prematuros casi desaparecieron. “Ha sido un fenómeno universal, no ha sido solo en España. Sobre todo en clases más favorecidas. Se están recogiendo datos a nivel de toda Europa. Se tienen que establecer medidas de protección, y ese discurso se oye muy pocas veces. Poderse desarrollar laboralmente de una manera protegida, tanto en el embarzo como durante la lactancia, y hay maneras de hacerlo. No hay que olvidar que la intención de amamantar ronda casi el 100%.”, afirma Pallás.
Al hablar con ella, descubres que tras ese curriculum, esos logros, publicaciones, proyectos, investigaciones, financiaciones, innovaciones, generosidad en el intercambio y transmisión del conocimiento hay una persona enamorada de lo que hace, por qué y para quién lo hace. Una mujer sabedora de que solo la perseverancia y el no conformarse hacen posible lo que ella ha conseguido y sigue consiguendo. Y todo por el poder del olor del recién nacido y el buen olfato, inteligencia y tesón de la neonatóloga Carmen Pallás Alonso, conocida como Keka.
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